El artículo que no llegó a publicarse...

LA CAUSA DE LA CAUSA ES LA CAUSA DE LO CAUSADO

Carlos Arnanz Ruiz (*)

De adolescente lo aprendí, aunque no estudié Derecho. Pero no voy a referirme ahora a la aplicabilidad que Tomás de Aquino vio en los derechos civil y penal. Ni tampoco a la causa del mal causado, debida, quiero recordar, que a Kant.

Tomo la frase precisamente por todo lo contrario. Por el beneficio, en este caso, que ha supuesto sacar a la luz la vida y la obra de la compositora segoviana MARÍA DE PABLOS CEREZO.

Me induce a escribir estas líneas la proliferación de noticias que sobre este particular se están produciendo últimamente. Y me satisface ver a personalidades diversas pontificando sobre este documentado asunto.

Dicho esto, me viene a la mente ese mármol que subyace en el subsuelo y que no pasa por las manos del artista. Y también, noticias olvidadas que, permanecen durmiendo el sueño de los justos en el confuso mundo del papel impreso.

Tal era el caso de esta notable compositora, de muy diluido recuerdo. Quiero pensar que reducido al ámbito familiar y poco más. Su caso no será único y otros permanecerán en el olvido hasta que la casualidad los rescate, si es que se produce esta casualidad.

Finalizando el siglo XX, VÍCTOR MAYOR FRANCOS y el que estas líneas escribe, investigábamos en la hemeroteca del Archivo Municipal de Segovia por encargo de la Junta de Gobierno de La Filarmónica. El objetivo era averiguar los antecedentes desconocidos de esta entidad musical y resumir lo esencial en un libro.

Repasábamos minuciosamente las hojas de El Adelantado de Segovia, al alimón, él un semestre y yo otro, en sendos tabloides encuadernados. De pronto, saltó a su vista una noticia aparecida el viernes 20 de diciembre de 1919 y que cantó en voz alta:

“SOCIEDAD FILARMÓNICA DE SEGOVIA. - Cuarteto Rafael. - Presentación de María de Pablos, compositora.

El concierto celebrado ayer, por nuestra Filarmónica constituyó, como fundadamente se esperaba, un verdadero acontecimiento.

La fecha del atrayente festival artístico ha de quedar, sin duda alguna, grabada en los anales de la Filarmónica de Segovia, como algo excepcional”.

Así se iniciaba la crítica firmada por Julián Pérez del Barrio con el pseudónimo de Allegretto.

El escritor MARIANO GÓMEZ DE CASO, que en un espacio contiguo investigaba sobre otros asuntos, se interesó por el tema y nos dijo: - ¿De qué estáis hablando?. Y le dimos cuenta del resto de la información: que aludía al numeroso público asistente, a los miembros de sociedades obreras y culturales, a los nutridos aplausos y elogios que recibieron los miembros del Cuarteto Rafael y de las EXQUISITECES DEL HERMOSO “Cuarteto en la menor” de nuestra gentil paisana…

No hacía mucho que acabábamos de descubrir, también en el mismo diario, que la Filarmónica se había refundado, después del parón de la primera época (1918-1922). Comenzó la segunda época en 1927-1936 con la sorpresa de encontrarnos con que la primera persona que aparece en la lista que El Adelantado publica el 5 de noviembre del 27 es D. ANTONIO MACHADO, seguido de D. Emilio Bahillo, D. Juan Oyoqui, D. César Conde, D. José Santamaría, D. Amador Martín Madera…

Como todo lo que aparecía tenía carácter de novedad, en un primer momento, no dimos demasiada importancia a este hecho que luego tendría un mayor relieve. Nos dimos cuenta cuando lo estudiamos posteriormente. Y, sobretodo, cuando MARIANO GÓMEZ DE CASO se dispuso a investigar para la preparación de su libro dedicado a esta artista con abundancia de datos. (1)

Son legión quienes se ocupan ahora de esta artista y compositora, reclamando su parte de incienso. Y no me parece mal que así sea. Pero, sería oportuno y aunque en modesto recuerdo, citar a la persona que puso el mármol delante del buril, en este caso VÍCTOR MAYOR FRANCOS, recientemente fallecido.

Me parece de interés traer aquí el párrafo que Allegretto escribió en su crítica: “Terminada la salva de aplausos atronadores, la señorita de Pablos, los cantantes y los artistas del cuarteto <Rafael> tuvieron que salir al escenario una y otra vez a recibir el justo homenaje que el público les tributaba. El semblante de nuestra bella paisana, habituada a los aplausos de los públicos nacionales y extranjeros, no podía disimular la intensa emoción que la dominaba, al recibir en la tierra que la vio nacer, esta consagración solemne.”

No es difícil, pues, imaginar el reconocimiento que MARÍA DE PABLOS hubiera tenido para su “descubridor”. Un reconocimiento que ahora podríamos considerar como un obituario reivindicativo. Y si pudiéramos atribuir la causa de la causa a la Sociedad Filarmónica de Segovia, motivadora de la investigación citada, lo cierto es que fue VÍCTOR MAYOR FRANCOS el artífice de este descubrimiento que, por lo que se ve, está teniendo un excelente recorrido.

(1) MARIA DE PABLOS CEREZO, Compositora musical segoviana. Un genio malogrado.

(*) Académico Honorario de San Quirce.